Historia San Pedro de Macoris
UN POCO DE HISTORIA
No es posible caminar hacia el futuro en desconocimiento de nuestro pasado, por esto damos inauguración al primer capitulo sobre la historia de nuestra maravillosa ciudad de San Pedro de Macoris. Una serie que resume los datos mas relevantes que dan el inicio a lo que hoy llamamos ciudad, parte de nuestra cultura e identidad social y ubican a la provincia como uno de los lugares históricos mas importantes de la República Dominicana.
San Pedro de Macoris
La ciudad de San Pedro de Macorís está situada en la costa sur de nuestro país, siendo la capital de la provincia del mismo nombre, la cual pertenece a la región sureste del país. San Pedro de Macorís se encuentra ubicada en los 69 19’ 17” longitud este, y 18 27’ 0” latitud norte.
San Pedro de Macorís es un Patrimonio Monumental Arquitectónico, éste no tiene nada que ver con nuestro pasado período colonial, ya que es una ciudad muy joven, pero posee uno de los tesoros arquitectónicos más importantes de nuestro país. Con un núcleo que representa el nacimiento del hormigón armado, en su mas hermosa y noble representación con innumerables edificaciones de todo tipo y categoría, que son las mas dignas representaciones de los estilos arquitectónicos que lo conforman. Es un ejemplo único para nuestro país, un
pueblo lleno de logros, y orgulloso de su cultura.
Frente a las costas del Mar Caribe, en la llanura oriental de la isla y franqueada por el caudaloso Río Higuamo, se localiza una de las ciudades portuarias con mayor número de primacías en el ámbito nacional: San Pedro de Macorís, posee-dora de un clima tropical húmedo con una temperatura que oscila entre los 20 y los 36 grados. Hoy, la ciudad esta enclavada en lo que fue la Villa Cayacoa en la época indígena, a orillas de lo que ellos llamaban Río Macorís, vocablo indígena mas tarde utilizado para designar a ese poblado. En la época colonial estos terrenos fueron repartidos por la Corona española, convirtiéndose en lugar de avasallamiento por parte de Juan Esquivel así como refu-gio del reconocido pirata Cofresí. Luego fueron olvidados y deshabitados por muchos años, hasta que en 1815 Don Juan Antonio Aybar adquiRío una gran cantidad de terrenos que abarcan desde Macorís hasta Cumayasa.
En 1822 se sabía que vivían algunos moradores de la capital, de los cuales se dice que habían llegado allí huyendo de la ocupación haitiana que se producía en esos momentos. El 11 de mayo de 1846 es declarada “Puesto Militar” y aparece oficialmente con el nombre de San Pedro de Macorís en la gaceta oficial del 9 de agosto de 1858. Años después, en 1861, se declara “Comandancia en Armas” asignada al gobierno político y militar del Seybo. En la Guerra de Restauración, sirvió como puerto para toda esa región. En 1865, y luego de restaurada la Republica, el poblado de Macorís fue ascendido a común, y el 7 de mayo de 1867, por decreto del presidente José Maria Cabral y Báez se habilitó el puerto de San Pedro de Macorís al comercio extranjero’, convirtiendose en puerto internacional que impulsó el progreso y la prosperidad de la ciudad.
Por un decreto del presidente Fernando Arturo de Meriño (1880-1882), se convirtió en Provincia el 23 de junio de 1882, y el 10 de septiembre del mismo año, fue declarada “Distrito Marítimo”, categoría política igual a la de Provincia, durante el primer gobierno del presidente Ulises Heureaux (1 septiembre-1882 al 1884). No se puede dejar de lado un hecho muy importante y es el surgimiento y desarrollo de la Industria Azucarera en la zona, ya que fue el punto decisivo para el crecimiento y florecimiento de esta ciudad. La capacidad productiva del sector azucarero logró casi desde su surgimiento que se constituyese en uno de los sectores económicos mas importantes de la Republica, trayendo consigo un acelerado desarrollo económico.
Aunque para el año 1848 ya estaba el primer trapiche movido por bueyes, llamado Santa Fe, y propiedad del Sr. Vicente Ordóñez, no fue hasta 1875 que comienzaron a surgir instalaciones, por parte de extranjeros, de Ingenios modernos para la elaboración de la caña de azúcar, creciendo sorprendentemente en 16 años.
En 1893 los ingenios de San Pedro de Macorís producían 484,000 quintales de azúcar, lo cual representaba un 67.2% de la producción nacional. Durante la Primera Guerra Mundial, el precio del azúcar tuvo un alza obteniendo valores jamás vistos hasta esos momentos, llegando a costar 22 centavos de dólar la libra en los mercados extranjeros. A este periodo de florecimiento de la economía se le conoce como “La Danza de los Millones”. Esa bonanza económica trajo consigo numerosos cambios en la estructura de la ciudad. El dinero que se producía y circulaba en la región atrajo a un gran número de extranjeros y comonzó la migración, llegando españoles, italianos, franceses, así como árabes, alemanes, norteamericanos, puertorriqueños , cubanos, entre otros, instalándose y dando un giro total a la ciudad y a la región.
Además de los inversionistas y comerciantes, llegó una gran cantidad de personas como mano de obra (principalmente trabajadores de la caña) procedentes de las Antillas Menores, fundamentalmente de los territorios ingleses, a los que se les llamo “Cocolos”. Estos trabajadores trajeron consigo sus costumbres, religión, música y arquitectura. Algunos de ellos se dedicaron a la construcción, específicamente a la carpintería y ebanistería, llegando a ser muy conocidos y cotizados. Algunos de esos maestros carpinteros fueron: Manuel y Emeterio Leonor, George, Rafael Jiménez y Macabe, entre otros.
La ciudad tenía grandes adelantos tecnológicos para la época, poseía en 1904 alumbrado eléctrico, convirtiéndose, durante 26 años, en la ciudad más moderna del país. El puerto fue de gran importancia, pues a través de él llegó al país por primera vez el Cemento Pórtland y
se comenzó la importación de madera y zinc, creció la zona urbana y se crearon nuevos ensanches o barrios con una traza de ciudad moderna, donde las calles eran mas amplias y con un perfil mas cuadriculado.
Todos estos adelantos y el crecimiento económico hicieron que San Pedro de Macorís fuera poseedora de algunas primacías a escala nacional. Entre las que se pueden citar:
-Primer Edificio de 3 plantas (1902, propiedad de Lic. Manuel Mallen y Ortiz).
-Primer Aeropuerto (de Hidroaviones en el Río Higuamo, de la Pan American Airway).
-Primer Hipódromo.
-Primer Equipo de Rayos X y Ultravioleta (instalado en el Hospital San Antonio dirigido por el Dr. Carl Th. Georg).
-Primer Teatro ( Teatro Colón de 3 plantas donde se presentaban operas).
-Primer Automóvil.
-Primera Revista editada y dirigida por mujeres.
-Primer Sistema telefónico automático (la primera comunicación fue San Pedro Santo Domingo).
-Primera Utilización del cemento Pórtland.
En sus comienzos, la ciudad estaba configurada por un trazado que respondía al de una ciudad pequeña con apenas 5 calles estrechas que no correspondían a ningún trazado reticular, parecía mas bien un asentamiento espontáneo, un poco desordenado y con unas cuantas casas de madera, yagua y paja.
Con el crecimiento de la ciudad apareció la vecindad y con ella se formó un núcleo que determinó al pequeño poblado, dándose a su vez una relación de familiaridad entre los vecinos. Estas relaciones crearon ciertas características que luego se notaron en el trazado de la ciudad. Este trazado del plano de la ciudad fue diseñado y realizado por los señores Enrique Mejía y Eladio Sánchez. El Ingeniero H. Hawlan realizó el estudio del alcantarillado y desagüe. En el ano 1902 ya se apreciaba el crecimiento de la ciudad, que para ese entonces contaba
con 27 calles, 863 casas y 5,012 habitantes, de los cuales 2,423 eran extranjeros, y solo el 52% de la población era dominicana. El cambio radical que sufrío la ciudad como consecuencia de este “boom” económico hizo que creciera aceleradamente. Vemos como a principios del siglo XX comonzó la urbanización de los ensanches y ya en 1932 la ciudad contaba con 105 calles, divididas en 5 barrios (Barrio Oeste o Casco Antiguo, Miramar, Villa Velásquez, Villa Providencia y Buena Vista) compuesta por unas 3,500 casas y una población de 13,802 habitantes, según el censo de 1920.
En ese momento se contaba con 11 locales para la enseñanza y la educación, 6 teatros (Colon, Restauración, Indepen-dencia, Aurora, España y Republica), una Iglesia católica y una anglicana, un cementerio católico, un parque de bomberos (1908-1911), un edificio de mercado(1910), un matadero, dos bancos internacionales (Royal Bank of Canadá y National City Bank of New York), dos logias (la Independencia y la Aurora), un hospital (San Antonio), una casa Municipal, así como numerosas casas y locales comerciales (farmacias, joyerías y ferreterías, entre otras).
Con todas estas obras llegaron a San Pedro de Macorís numerosos maestros de la construcción, arquitectos e ingenieros, y en los primeros años del siglo XX aparecieron muy buenos edificios, de reconocidos profesionales como fueron: Arq. Antonin Nechodoma, Jaime Malla, Rolando Martínez, Francisco A. Valdés, Ing. Octavio Acevedo Camarena, Francisco Reyes Chicano, ingeniero Eduardo García y algunos maestros y constructores españoles.
Estos datos han sido recopilados del trabajo de grado del importante arquitecto y artista grafico ganador de premios y menciones internacionales, Antonio Leon Gonzalez, nacido en la provincia de San Pedro de Macoris y colaborador del proyecto San Pedro en 3D. Conocelo visitando antonioleongonzalez.com
Proximo Capitulo: “LA EDAD DORADA”